Microscopios de fluorescencia

Los microscopios de fluorescencia son muy similares a los aparatos ópticos convencionales. La diferencia radica en que, en este caso, se le añaden características adicionales para mejorar su capacidad. Se trata de una herramienta de análisis muy potente, que combina las propiedades tradicionales con las de la visualización de fluorescencia, un fenómeno que implica poder observar la emisión de una pequeña gama de longitudes de onda de luz de las moléculas conocida como fluoróforo. Este microscopio se construye incorporando al aparato óptico tradicional una fuente de luz potente, filtros especiales y la forma de etiquetado de las muestras de fluorescencia. Sus principales componentes incluyen una fuente de xenón o de mercurio, filtros de luz, un espejo dicroico, y el uso del obturador para iluminar la muestra. 

Estos microscopios se utilizan a menudo para:

• La obtención de imágenes de pequeñas muestras, como los microbios

• Para mejorar visualmente las características a pequeñas escala de las muestra

• Para visualizar los órganos deseado o la superficie de una muestra de interés

• Para conseguir una imagen en 3-D de las muestras 

• Para visualizar los componentes estructurales de las pequeñas muestras, como las células

• Para realizar estudios de viabilidad sobre las poblaciones de células y comprobar en el estado de las mismas, por ejemplo si están vivas o muertas

• Para obtener imágenes del material genético dentro de una célula (ADN y ARN)

• Para la visualización de células específicas dentro de una población más grande de células con técnicas tales como FISH

 
Gracias a las referidas características, estos aparatos tienen múltiples usos en diferentes campos científicos, y son usados en el campo de salud, la química, la neurociencia, así como para comprobar la calidad de los alimentos o el medio ambiente. Ello es debido a que, mediante los mismos, resulta más fácil comprobar y detectar la presencia de los microbios en los alimentos, el aire o el agua, siendo mucho más rápido de efectuar dicho examen sin necesidad de proceder a realizar un cultivo de bacterias. 

Por otra parte, representan una gran ventaja para detectar enfermedades tales como la malaria, la meningitis o la tuberculosis, permitiendo la obtención de muestras incluso en organismos que ya no estén vivos y que, por tanto, no pueden ser cultivados. En la disciplina de la química tienen un extenso campo de estudio para observar el comportamiento de los electrones, y en el campo de la neurociencia resultan de especial importancia para la observación del sistema nervioso.